61 años después de conocer
la estructura del ADN.
Desde hace
cientos de años, los seres humanos hemos sido conscientes del parecido entre
hermanos y de los hijos con sus padres, y de cómo estos rasgos se transmiten de una
generación a otra. En los 1860’s Gregorio
Mendel buscó las bases científicas de esta herencia al estudiar la
transmisión de diversas características físicas de una generación de chícharos
a otra. Posteriormente se descubrieron los que hoy conocemos como cromosomas y
que éstos estaban compuestos de proteínas y ADN. Al principio los científicos
pensaron que moléculas tan simples como el ADN no podrían transmitir las
cantidades necesarias de información para definir la herencia, pero la
evidencia más contundente a favor del ADN se tuvo gracias a los trabajos de Alfred Hershey y Martha Chase en 1952, quienes marcaron con diferentes materiales
radiactivos el ADN (32P) y las proteínas (35S) de un
virus fago T2, descubrieendo que sólo el fósforo del ADN había sido insertado
en las bacterias estudiadas.
James Watson escribió sobre este hito, en 1997: “El
experimento Hershey-Chase tuvo un mucho
mayor impacto que muchos de los anuncios confirmatorios y me hizo tener mayor
certeza de que los hallazgos de la estructura tridimensional del ADN eran el
siguiente objetivo más importante para la biología. El hallazgo de la doble
hélice por Francis Crick y yo vino
sólo 11 meses después de que recibí una larga carta de Hershey describiendo los resultados de su experimento.”
Francis Crick murió hace relativamente poco tiempo, el 28 de
julio del 2004, irónicamente, también 11 meses después del fallecimiento de la
Dra. Chase, quien murió el 8 de
agosto de 2003 ¡La misma diferencia que hubo entre sus históricos
descubrimientos!
¡Hemos descubierto el secreto
de la vida!
Francis
Crick (1916-2004), sobre el descubrimiento de la estructura del ADN en 1953.
En abril de
1953, James Watson y Francis Crick publicaron sus hallazgos
sobre la estructura tridimensional del ADN[i]. En ese
artículo se puede leer un pequeño párrafo, casi inadvertido, pero probablemente el de
mayor trascendencia: “No ha escapado a
nuestra observación que el apareamiento específico que hemos postulado sugiere
inmediatamente un posible mecanismo de copiado para el material genético”.
Antes de este reporte, la comunidad científica ya conocía al ADN, y por los
experimentos de Hershey y Chase, se
sabía que era esta molécula la que transmitía la información genética, pero
ahora, al conocer la estructura del ADN se podía prever el mecanismo de la copia.
Sin duda el acontecimiento científico más importante en el campo de la
biología.
A partir de
ese momento, la imagen de la doble hélice ha sido casi un sinónimo de vida.
Sólo los seres vivos tenemos ADN, sin él simplemente no habría vida, al menos
no como la concebimos. Por otro lado su imagen ha sido más relacionada con la
ciencia y la investigación que ninguna otra molécula. Por ello la estructura del ADN hoy simboliza investigación y vida.
En el
transcurso de estos 61 años, a partir del hallazgo más importante de la
biología, la investigación ha develado muchos de los secretos de la forma en
que se transmiten de una generación a otra no sólo los rasgos físicos, sino
toda la información que hace que cada ser vivo, desde la más simple bacteria
hasta el ser humano, sea único e irrepetible. Toda esta información se encuentra
contenida en el llamado genoma y lo conocemos gracias a la Investigación
científica, a la interminable obstinación del ser humano por saber quienes
somos y de dónde venimos.
Gracias
Watson y Crick por darnos una pieza más del rompecabezas!!!!